San Pedro Sula, Cortes.- Este día Representantes de USAID – BHA, Programa Mundial de Alimentos (WFP), Cruz Roja Hondureña y la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (CCIC), en el marco del proyecto “Apoyo a la Reactivación Resiliente de Medios de Vida afectados por Huracanes ETA-IOTA” financiado por la oficina de Asistencia Humanitaria de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID-BHA por sus siglas en inglés) y ejecutado por el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas en Honduras, entregaron capital de reactivación económica a (77) y una Certificación a (74) emprendedores, que consistió en asistencia técnica bajo la metodología de Cultivación de Negocios Conscientes del Programa de Estrategia de Modernización y Crecimiento Empresarial del Proyecto Transformando Sistemas de Mercado de USAID que transfirió la CCIC en los Municipios San Manuel, Villanueva y la Lima que fueron los más afectados por los fenómenos tropicales en el departamento de Cortés.
El propósito del proyecto es apoyar los esfuerzos del gobierno de Honduras en el proceso de restaurar el estado de Seguridad Alimentaria y los medios de vida, orientados a la recuperación, reactivación económica y social de los emprendedores mediante el fortalecimiento de capacidades de las familias afectadas, de tal forma que puedan dinamizar sus modelos de negocios y que sean capaces de generar nuevos empleos.
El capital destinado para reactivación es de L. 2,105, 360,00 (Dos millones, ciento cinco mil trecientos sesenta lempiras exactos) de acuerdo a los planes de negocios elaborados por cada microempresario, Esta donación es posible gracias al apoyo del pueblo de los Estados Unidos de América a través de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID- BHA).
Con la asignación de este monto se espera que la población objetivo, reactiven sus economías y mejoren sus habilidades empresariales con un enfoque de resiliencia, basado en la recuperación de mercados y medios de vida; permitiendo que los gobiernos locales promuevan sus agendas de desarrollo económico y mejoren las condiciones de seguridad alimentaria y nutricional de manera integral.